Esta obra es una búsqueda para encontrar si hay luz en aquello que consideramos horrible, extraño y deforme y, sobre todo, revelar la oscuridad que esconden los seres luminosos y bellos, los buenos.
A través de distintas disciplinas, como el texto, la danza o el teatro físico, se reflexiona sobre el concepto de qué es un monstruo y distintas visiones sobre lo horrible y lo bello.
Los intérpretes hacen uso de la palabra y el cuerpo encarnando diversas situaciones, oníricas y realistas, realizando así un viaje de personajes y situaciones que nos puedan parecer fantasiosas y lejanas pero también terriblemente cercanas.
En ellas diversos temas como la exclusión social, las consecuencias del bulling en la niñez o el abuso físico entre las personas.