salVa

Contemporánea

Verónica Toro Garrido

En la conquista de uno mismo, donde se pierden y reordenan las referencias individuales y sociales, hay un aquello que se conserva a pesar del
náufrago: como el último agarre antes de abandonar la embarcación.
Aquello es el gancho con la existencia, el mínimo equipaje que acompaña y conserva lo esencial, el hatillo que mantiene un hogar, preservando la
identidad y la dignidad, como envueltas en el arnés de un chaleco salvavidas, tal vez mojadas, pero no hundidas.
Ya sean nombrados migrantes, colonos, exploradores o incluso bacterias y microorganismos; ya busquen recursos, renombre, reforma o
simplemente un entorno más favorable, lo pueden arriesgar todo, en unas travesías indefinidas, con embarcaciones precarias y conocimientos
inadecuados.
Ese es el viaje de todos, el viaje del mestizaje y de la aculturación de las sociedades, el viaje de la evolución técnica, genética y sensible, el viaje que
ve los seres forzados al cambio, obligados a adaptarse para poder vivir, crecer y, si es po