En un contexto sociocultural donde la crisis de vivienda es el día a día, donde la precariedad campa a sus anchas en todos los sectores y donde los barrios son cada vez menos barrios; las generaciones del no-future tenemos una sola opción: Reconstruir.
El distrito de Tetuán está en el punto de mira de la especulación. Un barrio que se permite disfrutar de su caos y que (por lo general) abraza su diversidad, es uno de los próximos caramelitos de la gentrificación madrileña.
“Ya no queda nada de todo esto” es esa reconstrucción. Es una mirada a un barrio para hablar de los barrios. Es una reflexión sobre el pasado y el presente de las ciudades. Pero, sobre todo, es un conjunto de historias que buscan soñar un futuro.