Una invitación a la emoción y a la reflexión.
Un viaje desde la inocencia a la edad adulta pasando por las distintas etapas de la vida y del camino hacia la madurez. Una obra que combina técnicas de circo, danza y música en directo, innovando en la utilización del mástil convertido en un personaje más y la poética del personaje que le da vida.
El hombre y el mástil en su diálogo nos muestran la complejidad y simplicidad de los caminos de la vida.
El hombre en busca de su camino y el del mástil (per)siguiéndolo para hacerle de peso, pero también de apoyo, por ser su carga, su enemigo y su aliado.
Un elemento que le arrastra, le impulsa, le levanta y le derrumba, que le deja arrugado, pero también le hace volar.
La acción evoluciona, también gracias al público, dibujando el trayecto interior de un hombre con el que nos podríamos identificar todos, encaramando nuestros retos del día a día.
Un espectáculo, que desde sus inicios, propuso un idioma propio e incorporó nuevos retos.