SIMULACRO

Teatro de texto

Ion Iraizoz

La ficción embellece las cosas, desde una serie de televisión o una red social, hasta las religiones o las utopías políticas. Toda ficción esconde la esperanza de una epifanía, de algo inesperado, de algún cambio, por eso necesitamos nuestra pequeña dosis de ficción diaria.
En “Simulacro” dos personas simulan situaciones cotidianas, crean su propia ficción, una que responda a sus deseos y que encaje en su pequeño mundo de simulacros donde la vida sucede de manera controlada, a una escala hecha a la medida de sus necesidades. Tratan de imitar la vida, la capturan en el interior de una cámara de vídeo con el propósito de sentir o entender algo, y así estar preparados para lo que pueda venir en el futuro. Pero es como si a base de artificios y falsificaciones se hubieran olvidado de cómo conseguir que las cosas sucedan de verdad.